domingo, 12 de agosto de 2012

Sus abrazos




(AVISO: El significado que tenga la letra del vídeo no me es de interés en esta entrada, solo su melodía)

Hoy hará una semana que me fui de viaje y aun sigo sin saber donde estaré. ¿Me quedaré aquí o volveré para poder estudiar lo que quiero?

Mientras se desconoce mi situación, vivo en una profunda tristeza producida por la ausencia de aquellas personas con las que he compartido risas y lágrimas. He podido permitirme salir y volver a contemplar la ciudad que considero la más bonita del mundo. Al caminar por sus calles ha sido como si una ola de recuerdos me vinieran a la mente y se convierten en una sensación rara pues me siento como en casa, también es mi hogar. Pero le falta algo, faltan las risas y las lágrimas. Al mismo tiempo arde el deseo de compartir mis recuerdos, de caminar por esas calles y mostrar de donde viene ese amor por esta ciudad cuando sale el sol y cuando se va. No quiero enseñarla a través de fotografías ni vídeos, sino en persona, poder cogerles de las manos y correr en dirección hacía el teatro o la ría. Llevarles hacía los lugares más llenos de vida y hacer que vean el paisaje más encantador que uno puede encontrar.

Es una ciudad llena de magia. Nunca he estado en Francia ni en su capital, la que otorgan como el lugar donde nace la magia de por si, pero yo creo que es mucho más hermosa y más acogedora que la misma Francia. Aquí con tan solo ver los montes verdes, ver la ciudad rodeando la ría y la calidez que te da la luz del sol hace que, a pesar de la pena contenida, te salga una sonrisa de alegría por volver a contemplar ese paisaje.

Cuando baje del avión procure aguantar mis ganas de llorar por estar lejos, y de echo casi las lágrimas se apoderan de mí hasta que veo esa ciudad, mi ciudad, la ciudad de mis sueños. Pero tras llegar al hogar de mi familia... la tristeza me vuelve a inundar. ¿Podre volver? ¿Podre volver a abrazarlos? ¿Podre volver a abrazarles? ¿Podre volver a besarle?

Todas las respuestas a mis preguntas son un sí, pero muy lejano. O quizás me equivoque y sea más pronto de lo que parece.

En estos momentos la noche invade la ciudad, si pudiera escaparía y volvería con ellos. Ojala el mar no supusiera ningún problema, porque si fuese por tierra esos 3.000 km de distancia con un coche no pasaría nada. Me dejaría secuestrar por ellos y me llevaría a un lugar donde poder reír y llorar. También podrían venir a verme si no hubiera mar, vendrían y les podría enseñar la ciudad. Les encontraría un lugar donde pudieran residir (que ya me se de algunos sitios) y así podría estar con ellos y crear nuevos recuerdos.

Los echo tanto de menos, me siento un poco sola, pues solo estoy con mi familia pero yo ansío poder salir como allí. Salir y no parar de decir y de caminar, de estar sentados en la hierba y contemplar el cielo azul.

Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que vine a esta ciudad, no ha cambiado nada, salvo algunos pequeños detalles pero sigue siendo igual de hermosa. He caminado por las siete calles principales y he ido al centro comercial que iba siempre a ver. Recuerdos y recuerdos vienen a mi, pero esa ausencia y tristeza de estar lejos me hace derramar alguna que otra lagrima que sin darme cuenta dejo escapar.

Ayer a la tarde, mi abuela vino a mi cuarto cargando un álbum de fotos.de cuando yo era pequeña. En el había momentos felices de mi vida que alguno que otro recordaba. Pero desde luego pude ver a la que era mi Tata, mi Chispa (ese era su nombre). No quería que mi abuela me viera llorar pues ella siempre me ha visto sonreír a su lado y al parecer le hacía ilusión enseñarme las fotos. Pero en mí toda la pena que tenía acumulada iba a más, pues la perdida de mi Chispa hacía que me doliera el alma. Mi perrita, a ella siempre la llevo conmigo y de echo hice que ella también estuviese en mis dos graduaciones, gracias a una foto que tenía yo de pequeña con ella. Siempre la llevare en el corazón.

Eso me hizo pesar que ellos también están en mi corazón y que por ello, también me entran ganas de llorar. Hay lazos más fuertes que otros, pero mi cariño es el mismo. El verles sonreír me hacía ser feliz, ahora no puedo verles, y no se si son felices de verdad, espero que sí.

De todas formas, resistiré y aguantare mis penas. Odio llorar, no me gusta y aunque el derramar esas lágrimas ayuda desearía no tenerlas para así no sentirme tan mal. Solo puedo encontrar una forma de arrebatarme esta tristeza y es emanando toda mi energía para al final acabar cansada y no tener fuerzas ni para llorar. Procuro tener una sonrisa, pero siento como poco a poco en mi rostro aparece un rostro neutro que esconde la pena contenida.

Lo bueno es que puedo comunicarme con ellos, puedo verlos a través de la cam. y que así me hagan sacar una sonrisa. No se si lo dije antes, en otra publicación, pero solo una persona puede sacarme de mis penas y de mi tristeza con sus abrazos. Ahora no puedo recibirlos, sin embargo puedo verle y consigue hacerme reír y sonreír como solo él sabe. Con tan solo verle me tranquilizo y vuelvo a equilibrarme. Se me quitan las ganas de llorar incluso cuando aparece él en mis sueños.

Hoy me paso, soñé con él. Aparecía en una cama que me parecía ser la suya, el estaba sin su camiseta y llevaba su collar con él. Dormía dándole la espalda a la pared y con sus manos cerca de la cara, una debajo y otra encima de la almohada. Se le veía tan tranquilo y relajado. Al verle de espaldas, no pude contener mi felicidad al tenerlo delate mío y lo abrace, coloque mi mano sobre hombro y me pegue a su espalda. Por un momento sentí que ese sueño era real y que de verdad estaba en su cuarto abrazado sus sueños mientras el dormía. Pero al mismo tiempo me sentía como un fantasma, sentía que había traspasado la pared y que no podía permanecer mucho tiempo ahí. No me importaba si estaba poco tiempo ahí, era feliz porque al fin le abrace después de una semana lejos de él. Había conseguido tener algo de paz en mi sueño, pero después aparecieron nuevos sueños y me hicieron ver que no era real, aunque para mí... lo fue.

Al levantarme en mi mente se mantenía esa imagen, su espalda acostada en la cama y su calor. Fue muy real y por ello pude volver a sonreír ayer por la mañana. Aunque después viniera mi abuela con ese álbum de recuerdos felices y me hiciera ponerme algo triste. Por suerte, recordé una conversación que tuve el otro día con Lord que me alegro y mucho al saber una cosa sobre sus escritos y el que me preguntase una pregunta que ya tenía respuesta, pero que da alegría y felicidad responderla.

Esta noche espero volver a animarme, y deseo oírle y verle de nuevo. También quiero volver a verlos a todos, quiero tener ya noticias de si volveré o si me quedare. Quiero saberlo todo de una vez.


"Lord Arryn seré vuestra compañera fiel, nunca os dejare en la batalla y siempre velare por vos por muy lejos que este. Al mismo tiempo os digo que vuestro amuleto actuara como lazo de unión a la par que el amuleto que os dí, tenedlo siempre con vos para que nada malo os suceda".

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