martes, 6 de noviembre de 2012

Gritos de angustia y el descubrimiento de un Diario


¿Sabéis esos trabajos que te mandan y que da igual lo que hagas que al final del día algo te sale mal y tu estas con el tiempo pisándote los talones? Pues ahora mismo tengo un trabajo de esas características.

*Suspiro* Mi mente esta llegando a su límite de agotamiento, y cada vez queda menos. Nervios, nervios y más nervios. Espero poder respirar un poco de libertad, porque la echo en falta.
Me han pedido a hacer unas 25 fotografías, 5 de cada de un paisaje diferente y además con trípode. ¿Qué ocurre? Pues que no hay trípode (esta en los confines del piso superior del local de mi madre), me faltan fotos por hacer y ahora resulta que me han desaparecido fotos que hice. Tan poco tiempo y tantas cosas que hacer, al menos hoy podre descansar. Aprovechare para ver a Lord y así coger cámara y  si veo alguna nube o si cae lluvia, mi cabeza estará asegurada (por mí misma). *Suspiro* Hecho de menos a Lord, me es extraño no verle, siento un vacío cuando no estoy con él. Pero por suerte podre disfrutar de la tarde a su lado y podre abrazarle y besarle tanto como quiera. Además, tras una gran noticia que me dio, más merece mis mimos y carantoñas ya que hizo que me animara. No he estado triste ni nada, pero llevo cargando sobre mi espalada un cansancio que ya me esta afectando a las piernas (un masaje no me vendría mal, la verdad)

Además de el trabajo de fotografía, también he de ponerme a hacer unos diseños, bocetos y muestras de muebles creados por el grupo en el que estoy (al que la profesora lo llama Gremio, no se por qué). Estamos trabajando duro y a contrarreloj, más estrés aun. Pero creo que podremos conseguirlo y que nos darán una buena nota por nuestros trabajos. Ya que es algo completamente original y que le estamos poniendo todo nuestro empeño en sacar el trabajo lo antes posible.

Estrés, estrés, estrés. Pero en fin, la vida es así, con sus cosas malas y sus cosas buenas. Sino no sabríamos apreciarla, y yo aprecio mucho mi vida y la de los demás. De echo, me he dado cuenta de la madurez y la fuerza que he ido cogiendo desde que (al fin) empecé a escribir en este blog. Siempre me lo habían dicho (cosa que ya lo repetí en sus días), que yo era fuerte. Me es gracioso, porque hasta el día de hoy no me lo creía por el simple echo de que no pensaba que una persona tan llorona como yo pudiera ser fuerte. Asociaba la fortaleza de una persona a su fuerza como persona "dominante" y que al mismo tiempo no derramaba ni una lágrima en los momentos de tensión, de miedo o de dolor. Pero me he dado cuenta de que me equivocaba.

Tras escribir mis últimas entradas, le pregunte a Lord cuales de mis poemas le había gustado más, el me respondió a mi pregunta y dándome razones de porque le gustaban. Añadiendo al final que esos dos últimos eran muy bueno y que se notaba que había ido mejorando en mi escritura. Me alegré, como no, y al mismo tiempo me entro curiosidad. Me dio por mirar atrás, observar todas mis publicaciones y corregir alguna que otra. Y al tiempo que hacía eso, me puse a comparar la persona que era antes y la que soy ahora (creo que esto ya lo dije en su día también), y me sorprendí. Efectivamente había mejorado, no solo en los versos, sino también en mi persona.

Es verdad que soy fuerte, aunque en el fondo me sigo negando que sea una persona fuerte ya que hay cosas que no puedo aguantar en momentos de mucho estrés o de depresión. Desde luego que a medida que una va ganando experiencia, al mismo tiempo gana sabiduría. Hace unas semanas, me dijeron que siempre, en todas las decisiones que he tomado han sido las correctas, es decir, que siempre he ido por el camino correcto. En parte dije que era verdad, pero no cierto del todo, siempre he cometido algún error, soy humana. Pero es verdad que han sido muy pocas veces los errores que he metido a la hora de hablar, aconsejar, animar y de tomar de decisiones importantes.

Nunca he tenido una vida muy social, hasta hace 2 o 3 años, que digamos y me siento como si no supiera nada de la vida y al mismo tiempo sí. Es extraño, pero al parecer suele pasar, no lo se.

Solo se que, durante toda mi adolescencia he estado algo sola y que por mucho que me empañase parecía como que nunca podría encajar en este mundo. Me esforzaba al máximo y nunca vi que mi empeño por encajar sirviera de algo o que diera sus frutos. En aquel entonces era solamente yo y una persona a la que creía amiga, que a su vez esta tenía cientos y cientos de amigos, pero al parecer yo solo estaba con ella. Me dedique a observar y a pensar en lo que me rodeaba: en mi forma de ser, de vestir  en como me veían los demás, su forma de actuar, etc (lo típico de la adolescencia). De esa amiga también sacaba conclusiones y preguntas sobre quien era yo en realidad y por qué yo no podía estar como ella, tener la inmensa suerte de vivir rodeada de gente con la que salir a dar una vuelta, y en cambio me conformaba con salir con ella alguna vez y en quedarme en casa. Pero en el fondo no era así. Había una amiga suya a la que siempre me quise acercar porque también quería ser su amiga, pero al parecer le caía mal y no sabía por qué. A día de hoy somos las mejores amigas del mundo tras la desaparición de esa amiga que estaba en medio de las dos, separándonos por una barrera de palabras falsas. En el momento de su desaparición, me di cuenta de que me iba a quedar sola de verdad. Y de pronto sufrí una gran explosión: me corte el pelo y me puse lentillas. Al poco tiempo después, conseguí liberar mi sonrisa, a la que tanto ansiaba volver a ver, ya que con los aparatos me sentía aprisionada, como que no podía ser yo (curioso, ¿no?). Pero al fin salió a la luz y creo que en ese momento fue cuando empecé a hacerme más fuerte.

Y ahora, con 19 años, ya se a que se refiere la gente cuando dicen que soy una persona fuerte (o eso creo). Aunque yo misma me he sacado una pequeña conclusión de lo que he podido llegar a entender por ser esa clase de persona: Una persona fuerte es aquella que lucha con todas sus fuerzas, tanto por su bien estar como por el de los demás. A la que le da igual lo que digan o piensen de él/ella y por si le ven llorar o decaído por alguna razón porque sabe en donde esta su verdadero apoyo (aunque yo hago todo lo posible por que no pase). Eso es por lo que ahora mismo considero una persona fuerte y por la que en algunas ocasiones creo que soy, pero jamás creeré que soy fuerte porque siempre tendré algún punto débil con el cual podrán hacerme daño.

Para finalizar, quiero tener en cuenta que en estos momentos, este blog que he creado yo con el fin de expresarme, liberar mi mente y mis pensamientos, se ha convertido en mi pequeño Diario. Un Diario que siempre quise tener (el típico libro con candado) pero que al final se transformaba en mi cuaderno de dibujo.

Después de tanto tiempo, al fin tengo uno pero nunca me he dado cuenta de que lo tenía aquí, delante de mis ojos.  Un Diario que no lleva ningún candado (no tengo ningún miedo en escribir sobre mi vida o sobre lo que se me pasa por la cabeza), con el cual  me veo florecer y ver como poco a poco me voy haciendo una  persona cada vez más fuerte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario